
Desde la mañana de la catástrofe
La desdicha se cegó conmigo.
La medialuna de mi vida
En dos días había perdido.
Ahora vago en la penuria
Culpable y taciturno.
Más no la doy por perdida
Aún queda mi turno.
Entre breñas de espinos, dolorido y enmarañado
Ahogo mi penar por la senda del trabajo.
Aciago es el camino, más sólo ha comenzado
Las noches muy largas, el día un atajo.
Por pensar, penar merezco
Más no hasta caer en el olvido.
Apoyo, es lo que ofrezco
Redención, para mí no pido.
La balanza se ha cargado
El peso es mi destino.
Mi condena ha comenzado
Yo abriré camino.
Entre breñas de espinos, dolorido y enmarañado
Ahogo mi penar por la senda del trabajo.
Aciago es el camino, más sólo ha comenzado
Las noches muy largas, el día un atajo.
La desdicha se cegó conmigo.
La medialuna de mi vida
En dos días había perdido.
Ahora vago en la penuria
Culpable y taciturno.
Más no la doy por perdida
Aún queda mi turno.
Entre breñas de espinos, dolorido y enmarañado
Ahogo mi penar por la senda del trabajo.
Aciago es el camino, más sólo ha comenzado
Las noches muy largas, el día un atajo.
Por pensar, penar merezco
Más no hasta caer en el olvido.
Apoyo, es lo que ofrezco
Redención, para mí no pido.
La balanza se ha cargado
El peso es mi destino.
Mi condena ha comenzado
Yo abriré camino.
Entre breñas de espinos, dolorido y enmarañado
Ahogo mi penar por la senda del trabajo.
Aciago es el camino, más sólo ha comenzado
Las noches muy largas, el día un atajo.
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