domingo, 27 de septiembre de 2009


Soledad acompañada.
¿Triste penar?

No son míos los aúllos.
No pongo precio a mi mutismo.
La lechuza también puede estar distraída.

¿Placer dormido?
La sombra de cronos
No ahuyenta mi paciencia.

Es por mí que no hago nada;
Hago que oigo,
Con caricias distraídas.
Frío y bajo ego.
Sólo en la manada,
Marcado a fuego.

Corazón abstracto.
Ambigua su desazón.
Retorcida es la templanza;
Ajeno su retrato.

En balsa sin remos
Es inútil participar.
Esa historia repetida
Que habla de anhelos,
Desfonda mi alforja,
Pero no arma mi celo.

Perdido todo encanto
Me siento pesado, aletargado.
Pero comienza el camino.
Me apoyo en un palo.
Mirando a la tierra
Me escuecen las ideas.

Patrimonio que me fue regalado.
No recuerdo el motivo.
Deber, yo no debo.
Eso que gano.

Soledad acompañada.
¿Triste penar?

domingo, 20 de septiembre de 2009

EN VILO

El aire es fresco
El sol parece cansado
Observo a la gente
Me parecen obnubilados

Mi mente está vacía
Mi cuerpo intranquilo
Espero media vida
Con la otra mitad en vilo

Le incertidumbre me destroza
El miedo me quema
De entre cientos de abejas
Me siento ajena

Entre nublar o pensar
Pensar intento
Apoyo, el frío
También el viento

Verde intenso
Olor caoba
Mecida al viento
Mi suerte asoma

martes, 15 de septiembre de 2009

RECUPERAR LO PERDIDO


Espejo de la vida,
Futuro incierto.
Ahora roto en mil pedazos,
Y en cada pedazo un reflejo.
Y en cada reflejo un camino.
Pero en cada uno el mismo reflejo.
Difícil elección,
Ahora mil caminos.
Aun así, un mismo destino.

El dragón ha decidido.
Brillantes sus escamas.
Viento del norte,
Arriba, en las montañas.
Atrás fue pasivo.
Frío en la cara.
Ahora el eterno,
Calentará su espalda.

Desenredo la maraña;
La sangre brota;
Dolor no siento.
Delante lo perdido,
Atrás olvidado.
Instinto despierto,
Impulsos apagados,

Horizonte lejano,
Alma despierta,
Terreno baldío.
Verde al fondo,
Corazón alerta,
Me alejo del frío.

Claro en el bosque,
Húmedo el aire.
Mis pies descalzos.
Cerca de nadie.

Placer desnudo,
Vello erguido,
Sentir agradecido.

Risa confortada,
Llorar puedo.

Cumplida promesa.

sábado, 12 de septiembre de 2009

CAMINO


Desde la mañana de la catástrofe
La desdicha se cegó conmigo.
La medialuna de mi vida
En dos días había perdido.

Ahora vago en la penuria
Culpable y taciturno.
Más no la doy por perdida
Aún queda mi turno.

Entre breñas de espinos, dolorido y enmarañado
Ahogo mi penar por la senda del trabajo.
Aciago es el camino, más sólo ha comenzado
Las noches muy largas, el día un atajo.

Por pensar, penar merezco
Más no hasta caer en el olvido.
Apoyo, es lo que ofrezco
Redención, para mí no pido.

La balanza se ha cargado
El peso es mi destino.
Mi condena ha comenzado
Yo abriré camino.

Entre breñas de espinos, dolorido y enmarañado
Ahogo mi penar por la senda del trabajo.
Aciago es el camino, más sólo ha comenzado
Las noches muy largas, el día un atajo.

martes, 8 de septiembre de 2009

LA CAJA DE BOMBONES

“La vida es como una caja de bombones; nunca sabes qué te va a tocar”, decía Forrest Gump. ¡Y cuánta razón tenía!
6.500 millones de habitantes repartidos en 510.065.284,702 kilómetros cuadrados. 248 países y unos 6.700 idiomas diferentes.
¡Imaginar interrelacionarse con tan siquiera la millonésima parte de seres humanos que pueblan nuestro planeta resulta una tarea imposible de imaginar!
Pero la cuestión está en que a lo largo de nuestra vida lo haremos con muchos de ellos.
¿Sabemos de antemano qué relación vamos a tener con cada persona que conozcamos? ¿Cuánto van a durar dichas relaciones? ¿Cuáles van a ser más importantes que otras? ¿Cuánto va a prevalecer cada una? ¿Cuáles nos dejarán huella y cuáles no?
Imposible. Aún más que en la caja de bombones de Forrest Gump.
¿Por qué nos empeñamos entonces en preparar nuestro futuro en torno a los demás? ¿Por qué nos vinculamos, asociamos y ligamos a tantas personas en nuestra vida hasta el punto de permanecer “irrevocablemente unidas a ellas de por vida”?
Los humanos no nos guiamos por instinto, que es lo que hacen los animales. Tenemos el don de pensar lo que hacemos o queremos hacer. Libertad total de decisión.
Y sin embargo nos sentimos unidos a nuestra familia sólo por el hecho de serla. Permanecemos unidos a nuestra pareja para siempre sólo porque un día se lo prometimos. Daríamos la vida por nuestros hijos porque son sangre de nuestra sangre.
Al fin y al cabo, puede que no seamos tan diferentes de los animales. Puede que también actuemos por reflejo. Puede que en el fondo seamos tan humanos como los animales.
Podemos hacer lo que queramos y decidimos atarnos de pies y manos. Eso en mi pueblo se llama “acción inconsciente”. Pero lo hacemos.
¿Qué nos lleva a ello?, me pregunto. Y no sé la respuesta. No la tengo. Me gustaría seguir con este artículo pero no puedo. No soy un filósofo. Tan sólo sé que somos felices siendo como somos y somos tan felices como queremos ser.


lunes, 7 de septiembre de 2009

ACCIÓN

Soy un hombre oscuro; siempre lo he sido.
Un ser de la noche, amigo de la sombra y consignado al olvido.
Huyo de la luz y en la soledad me cobijo.
Cobarde nací y de cobarde me he perdido.

Por varias veces he roto mi vida, regalando daño al menos indicado.
Nada he conseguido. Sólo dolor, rabia y fracaso.
Quisiera volver a empezar, más creo que mi turno ha acabado.
Quizás una solución comenzar conmigo; si acaso.

Cobarde sería si me rindiera ahora.
¡Pero mayor sería el daño si me quedara plantado!
La duda me corroe; me devora.
Pero seguro estoy que nadie viviría seguro a mi lado.

He vuelto a desgarrar mi vida. Puede que a ésta no haya remedio.
Mucho mal a mis espaldas. Mucho tiempo olvidado.
¡Maldito el día de mi venida! Sólo se me ocurre poner tierra de por medio.
Pero mi vida es la menos dolida. Otra he sesgado.

¡Fuerza! ¡Sólo fuerza es lo que pido!
¡Un impulso desinteresado como nunca antes he ofrecido!

¡Atrás la autocompasión!
¡Atrás el olvido!
Nunca más el regodeo de lo que siempre he sido.

A mí mismo me he considerado poseedor de salvar la duda,
más no soy yo el que necesita ayuda.

Por ella: una oportunidad.
Por ella: un nuevo camino.
Por ella: volver a andar.
Por ella; rectificar lo dolido.

La luna abandono. El sol retomo.
La noche planto. Al sol me levanto.
La sombra cedo. A la luz me quedo.

¡Atrás la autocompasión!
¡Atrás el olvido!
Nunca más el regodeo de lo que siempre he sido.

domingo, 6 de septiembre de 2009

primera prueba