jueves, 16 de diciembre de 2010

PUAG!!!!

Cada día que pasa me cuesta más relacióname con la gente. Y es que cada vez me gusta menos la gente. Todo el mundo me parece repulsivo (mentalmente hablando). No me atrevo a confiar en nadie, pues no creo en las buenas intenciones. Sé que siempre hay algo detrás; un interés. Incluso el que hace las cosas sin ningún interés aparente, realmente lo tiene, aunque sea tan sólo el de sentirse conforme consigo mismo (algún vacío querrá tapar). Me atrevo a asegurar que el ser humano es malo por naturaleza, y claro está que no soy el primero que lo piensa. Somos interesados, envidiosos, rastreros, mentirosos, falsos, hipócritas,… y no sé cuántos apelativos más se podrían decir de nosotros. Unos más y otros menos, claro, pero en el fondo todos somos iguales; fabricados con el mismo patrón. Si dios existiera, y como dicen él nos hubiera creado, supongo que no estaría muy inspirado, porque vaya ser inmundo que sacó. Y si venimos del mono, ya nos podíamos haber quedado como estábamos; al menos el mundo no tendría que sufrirnos. ¿Parezco negativo? Sí, lo soy, pero también realista. Y el que piensa lo contrario está muy equivocado. O mejor dicho; se está auto-engañando. Supongo que por miedo; no sé. Parece que la mayoría de nuestra especie necesita creer en algo “supremo” que vela por nosotros. Lo que no entiendo es por qué tanta gente le pone a ese invento el mimo nombre: dios. ¿Por qué no supermán? Y si tan sólo fuera la religión lo que nos delata. Pero no, que va, es que lo llevamos escrito en la frente. Cuando vas con prisa en tu coche y ves a un peatón que quiere cruzar por un paso de peatones, no te paras porque llevas mucha prisa y cuando eres tú el peatón y los coches no te dejan pasar, te cagas en sus muertos. Yo a eso le llamo “la teoría del camino”: cada uno lleva su camino, y eso es lo único que le importa. Su camino es el más importante y que a nadie se le ocurra cruzarse en él o “me lo llevo por delante”. A nadie se le ocurre ceder, aunque sea un poco. Y los pocos que lo hacen no lo hacen por consideración a los demás. Lo podrán hacer porque ganan algo cediéndolo, o para más tarde cobrarse su “buena acción”, o porque el que se le cruza es más fuerte o simplemente porque están cansados; pero nunca por consideración. Y si esto del camino lo amplías hacia aspectos más importantes en la vida que un simple paso de peatones... Así vamos.
Y la envidia, ¿qué decir de la envidia? ¿Existe alguien en este mundo que no sea envidioso? Imposible. Si desde que somos unos bebés ya queremos el juguete del otro. Y si podemos se lo quitamos. Y si llora, no sentimos nada. Tan pequeños y ya se nos ve venir. Somos un asco, es que es así, no lo podemos negar. Nadie se salva. ¿O acaso te crees diferente?
A ver, analicemos:
TÚ piensas que PEPE es un tío despreciable; no soportas su forma de ser, su actitud, la forma en que habla, la forma en que trata a los demás, la forma en que mira a los demás, como trata a su mujer, la relación que tiene con sus hijos, y veinte mil cosas más que no compartes en absoluto y que te parecen deplorables.
Y todo ello se lo cuentas a PACO. Y PACO aprovecha y te cuenta sobre LUIS. Y en cuestión de minutos lo pone a parir. Tal como TÚ has hecho antes con PEPE.
Más tarde, PACO llama por teléfono a PEPE y le cuenta todo lo que TÚ le has contado. Entonces PEPE empieza a escupir "lindeces" sobre ti, las cuales son aprobadas una tras otra por PACO, hasta el punto de acabar "despellejándote" entre los dos.     
Al siguiente día te encuentras a LUIS, que de buenas a primeras te cuenta lo perro que es PEPE, con lo cual TÚ coincides y no dudas en declararle a LUIS. A raiz de esto, crees oportuno decirle a LUIS lo que PACO piensa de él.
Poco después LUIS coincide en un bar con PEPE y, aunque no lo traga, no puede evitar hablar de lo que TÚ le dijiste que PACO piensa de él. PEPE, que no te soporta, se indigna y te llama chivato delante de LUIS a la vez que defiende a PACO.
Y así hasta perder la cuenta...
¿Quién es el malo de la película? Tu no ¿verdad? Seguro que es Paco. Aunque si le preguntamos a Paco, más bien el malo sería Luis, ¿no? ¿O Pepe? ¿O Juan? ¿O Antonio? ¿o todos? ¿O ninguno?
Pues según para quién (la teoría del camino). Con lo cual volvemos al principio. Que nadie es bueno. "Camino palante y quita de enmedio que molestas".
Lo que yo digo, que no me fio de nadie. Si no tienes, quieres tener y odias al que tiene. Y si tienes, te importa un bledo el que no tiene. Y si ponemos al que tiene en el lugar del que no tiene y al revés. ¿Piensas que algo cambia? Pues no; todo sigue igual. ¿Por qué? Sencillamente porque nunca actuamos pensando en los demás. Sólo actuamos en consecuencia a nuestra situación; según lo que nos toque. Los de arriba no son forzosamente más malos que los de abajo; ni al revés. Todo depende de lo que te toque.
Y eso es lo que hay. Lo que siempre ha habido y lo que siempre habrá. Porque no tenemos solución; está claro. Vamos de culo. Cada vez más claro. Cada vez más extremo. O "parriba" o "pabajo"; ya no hay "enmedio". O ganas, o pierdes. O subes o bajas. O tienes o no tienes. Los ricos más ricos y los pobres más pobres. Así hasta que no haya tercer mundo. Simplemente habrá UN MUNDO, uno sólo, y la mano de obra (o esclava) para mantenerlo. Y los de abajo odiarán a los de arriba. Y los de arriba ignorarán a los de abajo. Y los primeros nacidos de arriba no entenderán porqué son odiados por los de abajo. Y con el tiempo, los nacidos abajo aceptarán su sitio y ni siquiera imaginarán que hubo un tiempo en que no fue así. Y cuando no haya más, todos empezarán a comerse entre ellos; los de arriba a los de abajo; los de abajo a los de arriba; los de arriba entre ellos y los de abajo también. Y al final no quedará nada. Bueno, eso espero, porque si queda algo, o mejor dicho, si queda alguien, todo volverá a comenzar. De nuevo en el bucle que es la vida. El mismo sinsentido. El mismo que tengo yo al escribir esto. Porque no tiene sentido ¿verdad? ¿O sí?  Quién sabe. Y, a fin de cuentas, que más da. A quién le importa el futuro, si sabe que no estará allí para verlo.

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